
Estamos padeciendo una pandemia sin precedentes por su velocidad de propagación que está causando un altísimo número de víctimas que no para de incrementarse . Ante el sombrío escenario económico que se avecina por la pandemia producida por el COVID-19 o Coronavirus, las autoridades económicas y los gobiernos han ido tomando paulatinamente decisiones para aminorar los efectos que se vislumbran.
Primero fue el Banco Central de la Unión Europea y la Reserva Federal los que anunciaron medidas de inyección de liquidez ante las incertidumbres que se estaban ya materializando en las fuertes caídas en Bolsa. Y si lograron calmar algún día a los mercados , la política monetaria expansiva no ha sido suficiente. El siguiente paso lo han tomado los gobiernos , con medidas de política fiscal expansiva no vistos en décadas.
En USA, la administración Trump va a inyectar más de 2 billones de dólares, pero en la Unión Europea , las decisiones no están siendo tan rápidas , como siempre.
Es lógico que, antes de la pandemia, en los países europeos, heterogéneos en cuanto a los efectos económicos de las crisis económicas, haya divergencias en las negociaciones, pero ante esta crisis sanitaria sin precedentes la escasa solidaridad que los países menos afectados ,están mostrando ante la sangría que países como Italia y España estamos sufriendo, puede suponer el fin de la Unión Europea tal y como hoy la conocemos.
Debemos pues, en cuanto a nuestras inversiones, seguir protegidos en renta fija a muy corto plazo hasta que la situación se normalice en los mercados financieros.